martes, 25 de junio de 2013

8:38 de un día gris.

El olvido se niega a olvidar, y el día llega pronto a mi ventana.
Y el sueño , como de costumbre tarde.
No habrá relojes para estas situaciones.
Ni engranajes, que retuerzan mis huesos, golpeándome contra la realidad.
Seguiré viviendo anestesiado, o al menos eso hago creer a mi psique.
Rezo por no despertar.