miércoles, 27 de noviembre de 2013

Puertas.

Es tarde para mi, lo es, joder, si lo es, nunca jamas tuve que abrir aquella puerta, nunca, nunca, pero claro, lo hice, si no no me encontraría en esta situación,la curiosidad mato al gato, y yo soy un gato gordo y curioso.

Se que voy a morir, ese no es el problema, el problema es que no se como ocurrirá, eso es lo que me atormenta ,he visto morir a mis amigos, a desconocidos, a gente que no tenia nada que ver, los he visto maldita sea,
los he visto morir morir morir, joder,morir de maneras horribles,gritando de sufrimiento, dios mio, los afortunados tenían suerte de desmayarse y morir en silencio, mierda mierda, ya los oigo venir, arañando la pared, zumbando en mis oídos.

Soy el único culpable de todo esto. ¿No puedo librarme verdad? Desearía creer en algo para poder rezarle ahora mismo.

Aquella puerta, si aquella, aquella en el jodido hotel abandonado, aquella que parecía fuera de todo lugar y realidad, y de la que provenían ruidos agónicos, sonidos que aun no tienen nombre en esta realidad,y tampoco aparecía en los planos. ¿Porque tuvimos que ir? No no salia en los planos, y tampoco encajaba en su marco, tampoco parecía real, era tan extraña, y no por apariencia, no , la puerta era una puta puerta normal, con su pomo, rectangular, con el marco, de madera y con bisagras.
Lo que no era normal era lo que se oía dentro, no era humano, era sufrimiento, pero no era ningún sonido que pudieses asociar a una garganta humana, no, no lo era, ojala lo hubiese sido pero no.
También esa puerta provocaba una sensación en ti de inseguridad, de miedo, casi podías sentir tus tripas intentando salir por tu garganta, a esa sensación me refiero, al miedo profundo, al que te recorre la espalda, y revuelve tu estomago, al que te calla, porque no puedes ni gritar.

Y yo la abrí, si, pensareis que soy un imbécil, y si, lo soy,la mayor parte del tiempo lo soy, y en ese instante lo fui, me pudo la curiosidad, y una fuerza mayor que el miedo extendió mi mano hasta el picaporte y la abrí.

Los sonidos se callaron, en su interior la negrura lo inundaba todo, el silencio se apodero de aquella cavidad y entonces comprendí que estaba siendo observado, que aquellas cosas se callaron para observarme mejor, y que era el centro de todas aquellas miradas.

Entonces note los pasos, bueno, pasos, no se como llamarlos, no se ni siquiera si el termino correcto para aquella manera de desplazarse serian simplemente pasos, aquella cosa no se erguía de pie, ni tampoco se arrastraba, simplemente estaba allí, delante mía, alzándose encima mía.

Salte hacia atrás, grite, y todos me miraron con un aire de incredulidad, como si les intentase gastar una broma de mal gusto,llegaron a reírse incluso, uno se acerco a la puerta envalentonado, simplemente para intentar darse el placer de dejarme mal, y fue lo ultimo que hizo, lo fue si, algo lo agarro, digo algo, por que aquello no era un brazo,ni una garra, ni un tentáculo, ni nada que hayáis visto en vuestra vida, y creerme, es lo mejor.

Fue arrastrado hacia adentro, oímos un grito, alto, claro, horrible, pero breve.
No quiero saber nunca que paso adentro, pero todos sabíamos que estaba muerto.
Y aquellas cosas empezaron a salir, ahora eran libres, y habían estado encerradas por mucho tiempo.

Yo corrí, salí de allí,el único que lo logro,maldita ironía del destino, debería haber sido el primero en caer, joder, yo abrí la puta puerta.

Llegue hasta el coche, estaba aparcado afuera, los oía detrás mía, oía el sonido que producían,pero no era capaz de mirar hacia atrás. ¿Para que?
Ya los había visto una vez, y no lo olvidaría jamas, con una vez sobraba.

Arranque y conducir sin parar hasta llegar a mi piso, parecía que los había dejado atrás, si, seguro, no pueden ir tan deprisa,no con esa manera de moverse, subí las escaleras, abrí la puerta y me senté en el sofá, aguarde en silencio, el miedo no me dejaba moverme, perdí la noción del tiempo, los minutos pasaron, quizá una hora, dos o tres, nunca lo sabre.

Encendí el televisor, pero no había señal, en ningún canal, no la había, y entonces me percate de los gritos en la calle, de los gritos que lo inundaban todo, y no me atreví a mirar por ninguna ventana, es mas , las cerré todas, las cerré a cal y canto, y aguarde intentando hacer el mínimo ruido, mientras oía todo el sufrimiento que tenia lugar afuera.

Y entonces el silencio lo inundo todo. ¿Se ha acabado? Pensé.
Era cierto, se había acabado, para todas las personas que estaban fuera.
Y los note viniendo por el pasillo, los oí, oí sus repugnantes sonidos arrastrándose hasta mi puerta, y luego silencio.

Sabia que estaban detrás de mi puerta, lo sabia, y no se iban a ir nunca, y lo comprendí, querían que volviese a abrir la puerta, querían que lo hiciese de nuevo.

Supe que era lo único que podía hacer, un impulso se apodero de mi, me levante del sofá ande, me acerque a la puerta, cogí el pomo y la abrí.

Nuestras miradas se cruzaron, lo tenia delante, no podía moverme, el pánico no me dejaba, y oí algo que jamas olvidare.

Su risa, una risa horrible, aguda, que se clavaba en tus oídos.

Una risa, aquello fue lo ultimo que oí,y lo ultimo que recuerdo.

Ahora estoy encerrado en una habitación, en total oscuridad, rodeado por ellos,oliéndolos, escuchándolos y lo único que alcanzo a ver es una rendija de luz, una luz que procede de detrás de una puerta.
Este es mi regalo, por llamarlo de alguna manera, su manera de agradecer que abriera la puerta.
Ahora soy uno de ellos, esperando, a que alguien abra por curiosidad una puerta.

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